Muchas cosas se han escrito
del Torrevejense que marchó,
pero yo no estoy de acuerdo
con la falsa definición.
No está ausente
quien se ausenta,
si se deja el corazón
aparcado en Torrevieja
entre la Punta y el Cequión.
Ausente en presencia,
y presente en corazón,
venerando a la Purísima
y esperando la jubilación.
La jubilación que me devuelva
a este pueblo y su Sol,
el pueblo de mis padres
allí donde nací yo.
¡No me llaméis ausente!,
por qué no hay nadie
más presente que yo.
Presente en cada esquina,
presente en cada rincón,
presente en cada acto,
Hoy en el día sel Torrevejense Ausente, dedico este humilde trabajo, en homenaje a todos los que como yo, estamos lejos de nuestro Pueblo Natal.
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