Las velas que en el barco
rotas fueron por el viento
en tan furioso temporal,
que para el marinero
se convirtió, en pánico
y duro sufrimiento.
El viento arreciaba
por la proa y babor,
y la nave se estremecía,
en un agónico estertor.
Maderas, enseres y despojos
en la superficie dejó,
y por el rastro se dedujo,
de que forma naufragó.
Burbujas del fondo flotaron
como plegaria hacia Dios,
y al instante el temporal cesó,
homenaje póstumo que el mar
rindió a aquellos mártires
que el mismo ahogo.
-Moraleja-
Así suele suceder en la vida
aquel que te hunde hoy,
en tu muerte te ensalzara.
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Autor: Tony CosIm
Torrevieja - España
Derechos de Autor Reservados
23 - 7 - 2015
!!!Buen trabajo, Poeta!!!Felicidades!!....pero triste, la moraleja....Un abrazo
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