A través de los cristales
veo arreciar la lluvia
desprendiéndose de grisáceos
nubarrones que cruzan.
¡Cómo crecerán los manantiales!
ahora que el cielo diluvia,
y las aguas corren
por senderos y atajos.
Inmensa cortina de agua
obstruye la visión del horizonte,
confundiendo tierra y cielo
y oscureciendo el limpio espejo.
Los tejados chorrean
de forma muy copiosa
y los torrentes descienden al mar
anegando el seco suelo.
El agua tan esperada
ya nos da el respiro,
florecerán los almendros
y el geranio estará contento.
Más la lluvia favorece
al campo y al labriego,
para asegurarse el sustento
multiplicándose la cosecha
y de la tierra su agradecimiento.
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Autor: Tony CosIm
Torrevieja - España
Derechos de Autor Reservados
15 - 5 - 2018
Buenos días amigo Tony muy bonitoy verdadero aunque no me guste la lluvia
ResponderEliminarQue bonito!!!!!, y este año, esos nubarrones y aguaceros nos han invadido, cierto...Gracias por tu bonito poema.Un abrazo Poeta.
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