Era la hora de la siesta de uno de los muchos días de agosto, en un pequeño pueblo de montaña “Tona” ese día ocurrió un hecho poco común, una vaca tubo un ternerito de color azul, la señora vaca no tenía pañales para poner al recién nacido y le pidió al caballo que fuese a comprar, pero al caballo le dolían las patas y no pudo ir, en ese momento pasaba por el establo una oveja viuda que estaba un poco sorda, la baca le pregunto si marchaba al pueblo y le podía traer pañales para su recién nacido ternerito a lo que la oveja le replico, todo dependerá del tiempo. . .
El niño escuchaba embelesado a su abuelo, y en un momento le interrumpió, preguntándole ¿Abuelo Antonio, cuando yo sea como tú, te podre contar cuentos? el abuelo se quedó pensativo sin saber que contestarle, ¡Oriol, cuando tú seas mayor el abuelo, a lo mejor se habrá marchado muy lejos! y el nieto en su inocencia contesto, si tú te vas yo también “que cosas tienen los críos”
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Autor: Tony CosIm
Torrevieja - España
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Después de un largo día Oriol se duerme. Este relato esta basado en un echo real del autor de este Blog, y su nieto |
Que hermoso!!
ResponderEliminarComo me gustaría ser una niña y tener un abuelo como tu.
Amiga Elena, despues del tiempo lo leo y me emociona, pues esta basado en la realidad.
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