Triste rosa, que marchita
aún resistes en el rosal
contra todos los vientos
que te pretenden arrancar.
Orgullosa y altanera
desafías al temporal
afianzando tus raíces,
plantas cara sin cesar.
La vida te trató duro
tú, cara! te supiste vender,
te defiendes con tus espinas
a la vida sangre hiciste verter.
Rosa guapa y altanera
digna del más grande altar
gozas de la admiración de todos,
reina del jardín de un sultán.
Y te gusta soñar despierta
sin temor al qué dirán
pues no le haces daño a nadie
y sueñas, que sueñas
con tu príncipe,
¿Cuándo vendrá?
Pero no dudes Princesa
el tiempo no te olvidara,
tú eres la rosa
y tu príncipe vendrá.
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Autor: Tony CosIm
Torrevieja - España
Derechos de Autor Reservados
Precioso poema!!!, y así es, nunca hay que dejarse vencer por la adversidad!!.Un abrazo
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