Con setenta años cumplidos,
y arrastrando los pies,
se pasea con su perro,
dirección no sabe bien.
Los recuerdos ya pasados,
se pasean por su cien,
añorando aquéllos días
de proyectos por doquier.
Con setenta años cumplidos
y con ganas de vivir,
se pasea con su perro
dando vueltas al jardín.
Que será de estas personas
sin ninguna actividad,
en posición de facultades
para transmitir y enseñar.
Cuanta energía perdida,
sin poderla aprovechar,
cuantos conocimientos
desaprovechados
Escrito desde la Experiencia.
ResponderEliminarEran otros tiempos POETA!!!, hoy se disfruta, y hablo por experiencia!!!!Buen trabajo Poeta!!!Te habla una setentaañiera...
ResponderEliminarBuenos días Antonio bonito poema
ResponderEliminar